Las solicitudes de ayuda o intervención pueden cubrir cualquier tipo de situación en la que un usuario se encuentra en dificultades, ve a otras personas en dificultades o se enfrenta a una situación crítica para la cual la intervención de otras personas podría ser decisiva o incluso de apoyo.

Los ejemplos pueden ser infinitos: desde tener el automóvil averiado hasta tener dificultades durante una excursión o en lugares alejados de las personas a las que puede llamar, ver animales en dificultades, haber perdido a su mascota, tener que realizar cualquier acción para la cual la fuerza de una persona no es suficiente, necesita una herramienta o equipo para resolver un problema, etc.

Pensemos en lo peligroso que podría ser quedarse quieto en la carretera o en un lugar alejado de los centros habitados si esto sucediera, por ejemplo, en verano, con altas temperaturas y tal vez tener niños o animales en riesgo de deshidratación en el automóvil. Incluso si alguien se detiene, qué tan lejos debería llegar y cuánto tiempo tomaría llegar a un lugar habitado y regresar con agua. Al hacer una solicitud de ayuda, cualquiera que esté cerca de un área de servicio, un centro de población y que esté viajando en esa dirección, perder unos minutos podría resolver un problema que incluso podría volverse muy grave.

¿Cuántas veces nos hemos visto atrapados en una situación en la que una pequeña herramienta, una soga, una toalla o simplemente dos brazos más habrían sido suficientes para poder salir de ella, y en su lugar perdimos un vuelo o un importante cita, o simplemente perdimos horas porque las únicas personas que se detuvieron no tenían lo que necesitábamos. Si el problema ocurre en un lugar aislado, con poco pasaje o tal vez en la noche, resolverlo es aún más improbable.